miércoles, 30 de noviembre de 2011

Ejercicio Módulo 1

Este ejercicio nos propone elegir una actividad de las dos posibles y elaborar las respuestas, primero de forma individual y luego, en común con el grupo. Se trata de reconocer la existencia de unos esquemas mentales socialmente compartidos que se dan en situaciones concretas, como es el caso de una cena en casa de unos amigos.

Este es el resultado de mi ejercicio:
Situación: De visita en casa de unos amigos
Lugar: En casa de los anfitriones
Objetos: La propia casa, la botella de vino, la mesa para la cena
Participantes: Los anfitriones, los invitados y los que residen en ese momento en la casa
Antes: Los anfitriones invitaron  una cena en su casa. Tienen amistad pero se conocen poco.
Después: Se conocen mejor y han afianzado su amistad. Conocen a otros miembros de la familia. Los invitados proponen una visita a su casa.
Secuencia de acciones: Saludos a la llegada de los invitados. Invitación a pasar dentro de la casa. Entrega de la botella de vino. Presentación de otros miembros de la familia. Invitación a ver el resto de la casa. Cena y sobremesa. Despedida y agradecimientos.

En la segunda parte, debemos de llegar a un acuerdo entre los miembros del grupo sobre esta misma situación. El resultado del grupo ha sido mucho más completo:

Situación: De visita a casa de unos amigos.
Lugar: La casa de los anfitriones.
Objetos: la propia casa, la botella de vino, el mobiliario, los utensilios, la comida servida...
Participantes: Los anfitriones, el padre de uno de los anfitriones, los invitados, una sobrina de uno de los invitados.
Antes: Los anfitriones invitan a cenar. Tienen amistad con los invitados, pero se conocen poco. Los invitados no conocen la casa. No todos los participantes se conocen. Los invitados no conocen del todo algunas de las costumbres habituales del anfitrión del país.
Después: Los invitados conocen la casa. Los participantes han cenado juntos. Se conocen mejor y han afianzado su amistad. Conocen a otros miembros. Los invitados conocen nuevos comportamientos típicos en reuniones entre amigos.
Secuencia de acciones: Saludos a la llegada de los invitados. Invitación a pasar dentro de la casa. Entrega de botella de vino. Presentación de nuevos miembros. Acomodamiento. Invitación a ver el resto de la casa. Presentación de otro miembro más. Cena y sobremesa. Despedida y agradecimientos.



Análisis de la secuencia:

1) Saludos en la puerta/ Recibimiento/ Presentación de agentes desconocidos para algunos de los participantes:
Debemos considerar que la exposición de la secuencia es similar en ambas culturas, por lo que el grado de sorpresa en la inferencia resulta mínimo. Los esquemas de conducta y cortesía son muy similares, sin interferencias.

2) Regalo de botella de vino al anfitrión:
Podría llegar a ser una variable, pero incluso dentro del territorio del mismo país, donde, además, influyen otros factores como la edad de los participantes o la clase social. Efectivamente, en el caso particular que nos ocupa, podríamos hablar de una transgresión de los esquemas mentales el olvidarse de traer un regalo o el recibir el obsequio de un modo diverso al esperado, por la falta de confianza que existe previamente entre los participantes, la edad y la clase social de éstos. Si pensamos en gente joven que no establezca sus representaciones mentales en códigos de conducta tan rígidos, no hablaríamos de interferencias en la inferencia del mensaje por parte del destinatario, sobre la intención comunicativa del emisor.

3) Enseñar la casa:
Sin interferencias comunicativas, algo que, como en el caso de los saludos, puede generar pequeñas diferencias en los esquemas mentales y en los patrones conductuales dependiendo de la edad, clase social o región, pero que, por otro lado, inciden en este caso particular en un patrón generalizado en la sociedad y de fácil reconocimiento.

4) Cena, Sobremesa y Despedida:
El trato de cortesía de los anfitriones, así como la respuesta igualmente cortés de los invitados muestran que, en la viñeta, no hay espacio para interferencias por inferencia entre las representaciones mentales, la intención comunicativa del agente y la interpretación de los destinatarios. El común denominador de la edad, clase social y falta de confianza, limita el diálogo a las barreras marcadas por la cortesía, evitándose, por tanto, las ya mencionadas interferencias. Si habláramos de saltos generacionales, ámbitos geográficos y culturales muy distantes (oriente/occidente), coincidencia de clase social alta y baja, sería casi imposible hablar de problemas de inferencia de los mensajes expuestos.

Conclusión final: Los esquemas mentales nos hacen ahorrar información, pues no tenemos por qué contar cada detalle del proceso comunicativo de forma reiterativa si todos los conocemos. En este ejemplo, no encontramos ni diferencias culturales sustanciales ni marcados patrones de conducta que precisen desambiguación, por lo que, como resultado de todo ello, se genera un estado de inferencia comunicativa propicio para el diálogo. Sin embargo, debemos considerar que, de darse otra situación en donde incidan diferencias generacionales, culturales, de clase social, geográficas o culturales (de otro tipo), éstas demandarán un conocimiento previo que el hablante de L2 deberá haber inferido previamente y acompañado a los conocimientos gramaticales de la lengua aprendidos para que todos los agentes puedan establecer en el tiempo, con éxito, la comunicación dialógica. Es fundamental apoyarnos en los esquemas mentales propios en relación con los del otro a la hora de aprender o enseñar una lengua, por lo que resulta fundamental no dar por sentado su universalidad.



Me parece interesante reseñar la aportación del profesor José Pons, al efectuar dos preguntas que propician la reflexión:
 - ¿Hasta qué punto el esquema que presenta este manual es realista y representativo de nuestra cultura?
- ¿Con qué tipo de actividades podría abordarse en clase la cuestión de la variabilidad intercultural de este esquema?

viernes, 18 de noviembre de 2011

Comunicación e inferencias

En esta primera entrada, quiero introducir los conceptos y las reflexiones en torno a la idea de "comunicar" que he recogido del primer módulo de trabajo.

Cuando hablamos de comunicación nos referimos generalmente al acto de transmisión de ideas, datos informaciones o necesidades. En cualquiera de estos casos, el oyente interpreta estas palabras y deduce lo que el hablante quiere comunicar. Sin embargo, este acto que parece sencillo, puede llevar a malentendidos. 

Para deducir por qué se producen, podemos recurrir a una visión pragmática de la comunicación, que frente a la visión tradicional de Jakobson, incluye aspectos como las representaciones mentales de cada individuo y la inferencia, que explican por qué la intención comunicativa del hablante difiere de la interpretación del oyente.
Podemos decir que en la comunicación existe una información puramente lingüista, que son las palabras, y una información no lingüística, que es la pragmática, en la que se incluyen los gestos, el tono de voz, las expresiones de la cara…. Ambas conforman un conjunto de representaciones mentales que el emisor quiere transmitir, y que el receptor infiere e interpreta como otro conjunto de representaciones mentales, que puede no ser el mismo que el emisor quiso transmitir.

Este tipo de malentendidos se dan con cierta frecuencia cuando hablamos en otra lengua que no es la materna. A la dificultad de un vocabulario y una gramática distinta, se le añade el hecho de que los esquemas de representaciones mentales de los hablantes no es generalmente el mismo.
Pongamos un ejemplo. En una de mis primeras clases de español, pregunté a los estudiantes por el día de su cumpleaños. Mi intención era introducir el tema de las fechas: expresión y escritura de las fechas, meses del año….
De entre las respuestas, dos mujeres de origen marroquí me contestaron que habían nacido el uno de enero, y otra me contestó que no lo sabía. Mi primera impresión fue que no querían decirlo por alguna razón que yo desconocía, pero tras hablar con la coordinadora, me explicó que realmente no lo sabían. No es un dato importante en su país y no se celebra. Para realizar el documento de identidad en España, se utiliza por lo general la fecha del uno de enero.
Mi desconocimiento en este caso, me llevó a pensar que no querían participar en la clase, pero el problema fue justo el contrario, al intentar utilizar la fecha de cumpleaños como motor de una clase, cuando según sus culturas, no es un dato relevante.

Para comunicarnos cada día, hacemos uso de nuestras representaciones mentales propias y de esquemas mentales socialmente compartidos, que dependen de la cultura en la que vivimos y que nos ayudan a relacionarnos y a dar sentido a las informaciones lingüísticas y a las pragmáticas.

Podemos decir que los esquemas mentales socialmente compartidos pertenecen a una zona o a una cultura, y que gracias a las posibilidades de comunicación, se amplían de una manera cada vez más global. Como es el caso de las fiestas de cumpleaños. Sin embargo, no son universales, y hay que tenerlos muy en cuenta a la hora de aprender y enseñar una lengua.

En estos esquemas almacenamos información sobre conductas socialmente admitidas, referidas a comportamientos esperados, frases hechas y expresiones en situaciones cotidianas. Al comunicarnos con alguien que desconoce estos esquemas socialmente compartidos, puede que sus representaciones mentales previas- construidas a base de su propia realidad, sus experiencias anteriores o sus creencias- le lleven a inferir un significado distinto de esta información. En este caso, se produce un malentendido que es más difícil de detectar que el meramente producido por la falta de conocimiento de la lengua. Se produce un fracaso en la comunicación sin que los individuos tengan claro exactamente qué lo ha provocado.

De ahí la importancia de tener en cuenta estos aspectos culturales, creencias y realidades y de incluirlos como parte fundamental del aprendizaje de una lengua.